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Paseando por un puerto de mar nos encontramos varias aves que son excelentes buceadoras, pescando o descansando al sol. Enormes pelícanos blancos que se acercan curiosos al visitante o negros cormoranes que permanecen quietos ajenos a lo que les rodea. Esta área temática la encontraremos en un agradable paseo en dirección al Bosque Africano y al Ecosistema de la Jungla, o bien hacia el Ecosistema de Los Polos, dependiendo de nuestro recorrido.
Por eso, cualquiera de los miradores de esta área temática son un buen lugar para detenerse un rato con el grupo y hablar sobre las peculiaridades de las aves buceadoras, utilizando también la cercanía de los pingüinos, aves nadadoras por excelencia. Sin duda, los grandes protagonistas son los pelícanos blancos (o pelícano común), unas aves que se distribuyen en humedales de agua dulce y estuarios en zonas del sudoeste europeo, así como el centro oeste de Asia y en el África subsahariana.
Son animales muy grandes de plumaje blanco, cuellos y picos largos. Es en el pico donde precisamente se encuentra su principal y más conocida característica: la bolsa amarilla extensible que utiliza para pescar. ¡Puede almacenar hasta cuatro kilogramos de pescado en ella! Es un ave piscívora, principalmente, ya que el 90% de su dieta se compone de grandes peces que varían según la zona (la carpa en Europa, los cíclidos en territorio africano). El 10% restante se compone de peces pequeños e incluso, huevos o polluelos de Cormorán del Cabo.
Durante la época de cría de los pelícanos blancos, es curioso ver cómo les crece la protuberancia frontal a los machos en celo. También se puede ver como el tipo de alimentación que reciben puede cambiar la coloración de la pluma de estos animales, que puede ser más blanca o más rosa dependiendo de la cantidad de trucha asalmonada que se incluya en su dieta.