Sapillo vientre de fuego

Al Sapillo Vientre de Fuego se le confunde muchas veces con la rana por su cuerpo, más alargado que el de la mayoría de los sapos. Su tamaño medio puede oscilar entre los cuatro y cinco centímetros en la etapa adulta, y apenas hay diferencia entre sexos (si bien la hembra suele ser un poco más rechoncha). Entre sus características podemos destacar la piel del dorso, verde o marrón, que es de tacto áspero y verrugoso, mientras que la barriga, rojiza o anaranjada con motas negras, la utiliza para atemorizar a sus atacantes y avisar de su mal sabor (producido por unas toxinas que secreta por su piel, urticantes). Cuando se siente atacado se coloca en una curiosa postura defensiva, levantando las patas delanteras y enseñando su vientre rojo. Este sapo es de costumbres acuáticas y terrestres: pasa gran parte del día en el agua, pero sale a tierra firme para descansar y cazar. Su voracidad le llevará a comer casi cualquier cosa que le quepa en la boca. Se encuentra en el noroeste chino, Corea, sur de Japón y de Rusia.

¿Te gustan los anfibios? Entonces no puedes perderte el sapillo vientre de fuego de Faunia, un animal venenoso y realmente curioso.

El Sapillo vientre de fuego basa su alimentación en pequeños invertebrados tales como gusanos, moluscos, grillos, moscas, mosquitos y saltamontes.

Las hembras de esta especie son herbívoras, en principio. En época de reproducción, los machos presentan unas callosidades de tipo córneo en el interior de los tres primeros dedos de las manos, y también en los tres últimos. Durante el cortejo, el sapo macho se agarra a la hembra, durante días, sin soltarla. Ellas hacen puestas de unos 100 huevos en conglomerados, plantas acuáticas o alguna superficie que consideren oportuna. Inmediatamente, después de poner los huevos, son fecundados por el macho, y al cabo de tres días o seis salen los renacuajos, que quedan adheridos a la superficie de puesta unos días (antes de comenzar a nadar). Dependiendo de la temperatura del agua, los primeros renacuajos se metamorfosean entre cuatro y seis semanas después de nacer (entre los 18 y 22º C, los sapitos alcanzarán los 1,5 centímetros en 12 semanas).