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La Rata topo desnuda es el único mamífero eusocial, al estilo de las abejas. Es decir, basan su convivencia en un sistema de castas: una reina y sus trabajadores habitan la misma colonia, dentro de complejos subterráneos (túneles que conectan nidos, áreas de aseo, descanso y desechos, así como una especie de despensa, se distribuyen en galerías de cuatro centímetros de diámetro, dos metros de profundidad y una longitud de cuatro kilómetros). Tras la muerte de la reina, un número reducido de hembras lucha a muerte por sucederla. Los individuos de cada casta se distinguen físicamente: los excavadores y defensores de la colonia tienen grandes incisivos; la reina, vértebras especializadas que se alargan tras su primer embarazo y la hacen ser más grande que el resto; los sirvientes, por su parte, son pequeños y cuidan de la prole, al tiempo que suministran comida a la reina y a sus crías. Una de sus principales características es que no son capaces de regular su temperatura corporal, amén de la carencia de pelo y pigmento en la piel. Poseen bigotes y pelaje sensorial en la cara y la cola, lo cual les ayuda a desplazarse en los túneles. El pelo de los dedos de los pies le sirve de escoba para barrer la arena de la madriguera hacia fuera.
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La alimentación de esta rata se basa en raíces y tubérculos, lo cual hace que sea especialmente dañina para los cultivos de patatas y otros vegetales.
Solamente la reina se reproduce en esta especie, y lo hace exclusivamente con machos de su colonia. Ella se dedica a orinar en determinadas cámaras de la madriguera, donde los demás se revuelcan. La orina posee una feromona especial que deja estériles al resto de las hembras; una vez que pierde el efecto inhibidor es cuando la reina muere y es sustituida por otra hembra. La Rata topo desnuda puede parir hasta 27 crías por camada, si bien la media está en 12 bebés. La gestación dura 70 días, y puede producirse cinco veces al año, incluso.