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El Cisne Cuellinegro se distribuye en América del Sur, en países como Argentina, Brasil, Chile, Islas Malvinas, Paraguay, etcétera. Entre las características de este animal destaca poderosamente el bulto rojo (carúncula) que le crece sobre el pico. Al llegar a la edad adulta adquiere un plumaje negro en la cabeza y el cuello (a excepción de una línea blanca que recorre la testa, desde el pico al centro del ojo, y que se extiende a la parte posterior); el resto del plumaje es blanco, y las patas, rosadas. No hay dimorfismo sexual en el plumaje, aunque el macho es más grande y tiene la protuberancia del pico más desarrollada en la base. A la hora de comer introduce el pico en lugares poco profundos, abriéndolo y cerrándolo ligeramente, para filtrar el agua dentro. Si quiere atrapar comida a más profundidad, sumerge la cabeza y el cuello, mientras mantiene el resto del cuerpo en la superficie. Habita en lagunas y lagos dulces o salobres, así como en las costas del mar; también vive en marismas, donde crecen las algas y el plancton. Es un ave mucho más acuática que otras especies de cisne (de hecho, pasa la mayor parte del tiempo en el agua y le resulta difícil caminar).
Pasear por el Lago de Faunia es una auténtica experiencia. Allí puedes encontrar especies tan maravillosas como el cisne cuellinegro, todo un espectáculo.
La alimentación del Cisne cuellinegro consiste, básicamente, en pequeños crustáceos y plantas acuáticas.
Anida en los márgenes de lagos y lagunas, construyendo un nido de hierba. Las hembras ponen de tres a siete huevos de color crema que incuban en un período que va de los 34 a 36 días al mes. El macho, por su parte, permanece cerca para defender la nidada, y no se corta a la hora de atacar ferozmente a animales que se acercan a los huevos o pichones. Cuando empieza la época de la reproducción son menos sociales; por eso, una vez que termina la cría vuelven a agruparse en pequeñas colonias.