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El Pelícano Blanco (también denominado Pelícano común), se distribuye de forma parcheada en el sudoeste europeo, así como el centro oeste de Asia y en el África subsahariana. Humedales de agua dulce y estuarios constituyen su hábitat natural. Se trata de un ave muy grande de plumaje blanco, cuello y pico largos. Es en el pico donde se encuentra su principal característica: la bolsa amarilla extensible que utiliza para pescar (hasta cuatro kilogramos de pescado es capaz de almacenar ahí). Su longitud puede alcanzar los 175 centímetros, con una envergadura alar de 280 centímetros y un peso de entre 10 y 12 kilogramos. No existe dimorfismo sexual en el plumaje: sus alas son anchas y presentan las puntas negras, así como el borde posterior. Su cuello, retraído, tiene forma de “S”. Es un ave piscívora, principalmente, aunque según la zona prefiere unos peces u otros (la carpa en Europa, los cíclidos en territorio africano).
La alimentación del Pelícano Blanco se basa en grandes peces, que constituyen un 90% de su dieta. El 10% restante se corresponden con variedades de peces pequeños sin ningún tipo de predilección aparente. Igualmente, es capaz de comer huevos o incluso polluelos de Cormorán del Cabo (Phalacrocorax capensis).
La reproducción de esta especie tiene lugar en primavera, en el caso de las zonas templadas de Europa (en África, en cambio, crían siempre). Los pelícanos anidan en colonias localizadas en islas o áreas remotas y alcanzan la madurez sexual entre los tres y cuatro años. En apenas unas horas (o en su defecto un par de días) lo organizan todo: la formación de parejas, la selección del sitio para anidar y la construcción del nido, propiamente dicho. Suelen hacer el nido en el suelo, utilizando ramas sobre la roca desnuda. La nidada usual cuenta con dos huevos y la incubación dura entre 29 y 36 días. Los pichones se valen por sí mismos a los 75 días de nacer.